Sus quejas consistían en continuos trinos musicales que quedaban perfectamente integrados en una luz, en los suaves tonos apastelados de esa sombra, en la cadencia, en el ritmo que marcaba un aislado grupo de hojas. Nunca perdió el compás, ese fresco chorrillo de la fuente del pilar. (Qualfedco)
Allí andaba a voces.
Pinchar sobre la foto para ver mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario