Los mortales habitan en la medida en que reciben el cielo como cielo; en la medida en que dejan al sol y a la luna seguir su viaje, a las estrellas su ruta, a las estaciones del año su bendición y su injuria; en la medida en que no convierten la noche en día, ni hacen el día una carrera sin reposo. (Martin Heidegger)
Una viña "perdía"
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Platero y tu... Muy bonita... :-)))
ResponderEliminarSi Ana, bueeno, al final nos juntamos unos cuantos de burros... jje.
ResponderEliminarMe alegro que te guste amiga, un saludo
Arre arre borriquillo !!! En mi casa, en mi niñez ese animal fue siempre un gran apoyo al trabajo del campo. Lo era casi todo ... !!.
ResponderEliminarSi Francis, era otro más, ese paso lo perdimos amigo, hemos pasado de los burros a las burradas. En fin ...
EliminarGracias por pasar, un saludo